Si es verdad que de la abundancia del corazón habla la boca. No menos verdad que de la abundancia del corazón se mueve todo el cuerpo y, me atrevo a decir, que toda la sociedad. Unos detalles me lo hacen creer así. Que nuestra parroquia se haya metido en utilizar un recurso para ayudar a los que lo pasan mal, como es el Banco de Alimentos, el de La Rioja, y tambien se ha solicitado la ayuda de los FEGA, (que son los alimentos que llegan de Europa). Y es que son quince familias y más de 50 personas a los que se les reparte estas pequeñas ayudas. Eso nada más, y nada menos. Gestionado por la Trabajadora Social y apoyado por el grupo parroquial de Cáritas.
Otro detalle es la reunión que tuvimos para seguir organizando el día solidario. Se van calentando los motores y con fuerza. Los de postcomunión, algunas APAS y asociaciones ya se están moviendo. Y se siente esa sabia solidaria que seguro dará buen fruto. Los interesados en colaborar todavía están a tiempo de echar una mano.
Y otro último detalle: la venta de plantas para sacar fondos para los proyectos de Manos Unidas. Ese grupo entusiasta, como los otros, que creen en la fuerza de la solidaridad. En que el vino nuevo y bueno se empieza a hacer con los brotes de primavera, madurando armoniosamente y sin parar. En esta última foto, nuestros chavales este sábado preparando la procesión de aclamación a Jesús, con sus pancartas y sus cruces, para celebrar el domingo de Ramos.
Ojala que cada vez seamos más los que se unan a estos racimos, seguro que habrá, ya la hay, buenas cosechas
