En el Domingo de la propagación de la Fe, el DOMUND, en el que recordamos a los misioneros y misioneras extendidos por todo el planeta, encontramos una de las mayores lecciones para nuestra vida: la cosa está en servir. Es lo que hacen estos hermanos nuestros en los países más pobres de la tierra y en la sociedad secularizada: servir.
Fijaos lo que sucede en el Evangelio de este Domingo. Incluso los más cercanos a Jesús están próximos a la tentación del poder, de tener un nombre, un buen puesto, ser gente importante. No, no, no va por ahí el camino de Jesús. Lo nuestro, queridos amigos, es servir. La fe nos lleva al servicio y el servicio de los amigos de Jesús brota de la fe.
Por otro lado, siguiendo una idea que me gustó de Dolores Aleixandre rscj, hace unos años ella invitaba a colocar delante del altar una sillita bajita y un sillón. Quizá se pueda plantear a los niños y a los mayores dónde nos gusta situarnos, qué conlleva estar sentados en un sitio o en otro.
En fin, como nos sugiere Patxi, agachémonos para lavar los pies y dejémonos de méritos, reconocimientos y “medallitas”.
Señor, haznos misioneros de tu amor y amantes del servicio generoso a los que nos rodean. Queremos ser, misioneros desde aquí, al estilo de san Francisco Javier, de la Madre Teresa y del Padre Damián. (Kamiano, en el blog de RS21)
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