Bienvenid@s

Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

jueves, 17 de mayo de 2012

Solemnidad de la Ascensión-7 domingo de Pascua

MARCOS 16,15 20


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once, y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor confirmaba la Palabra con las señales que los acompañaban.


Con la fiesta de la Ascensión de Jesús, llega nuestro turno, el turno de todos sus amigos para ir anunciando por todo el mundo su Palabra, atravesada de tanto Amor. Dios tiene Corazón. Un Corazón enorme que quiere ser conocido y amado. Por eso en esta Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales pedimos por todos los que se dedican al anuncio del Evangelio y por todos los comunicadores, periodistas, delegados de medios, catequistas, anunciadores dela Palabra. Por toda la gente que hace de su vida un testimonio sencillo y eficaz de cuánto nos quiere el Señor. Es tiempo de anunciar impulsados por Jesús Resucitado y por su Espíritu. El mundo está necesitado de esta noticia de vida y de transformación.
La Ascensión es una fiesta que nos impulsa, un trampolín para que no tengamos miedo y transmitamos en nuestras vasijas de barro lo que gratis hemos recibido. (de Kamiano)

lunes, 7 de mayo de 2012

6º Domingo de PASCUA

JUAN 15, 9‑17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

viernes, 4 de mayo de 2012

5º Domingo de Pascua

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 15, 1‑8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».