Bienvenid@s

Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Racimo de la Palabra: domingo 30 TO -C-

Lectura de del libro del Eclesiástico.
El Señor es juez, y no hay ante él acepción de personas. No hará acepción de personas contra el pobre, pero escuchará la súplica del oprimido. No desdeña la súplica del huérfano ni la de la viuda si prodiga ante él sus quejas. El que sirve al Señor como él quiere es aceptado, y su súplica llega a las nubes. La súplica del humilde atraviesa las nubes; no descansa hasta llegar a Dios, y no se retira hasta que intervenga el altísimo, reconozca el derecho de los justos y les haga justicia.

SALMO RESPONSORIAL (Ps 34) 
 
Bendeciré al Señor a todas horas, 
su alabanza estará siempre en mi boca; 
mi alma se gloría en el Señor, 
que lo oigan los pobres y se alegren; 
 
El Señor se enfrenta con los criminales 
para borrar su memoria de la tierra. 
Ellos gritan, el Señor los atiende 
y los libra de todas sus angustias; 
 
El Señor está cerca de los atribulados, 
él salva a los que están hundidos. 
El Señor rescata la vida de sus siervos, 
los que en él se refugian no serán castigados. 

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo. 
Querido hermano yo estoy ya a punto de ser ofrecido en sacrificio; el momento de mi partida está muy cerca. He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe; sólo me queda recibir la corona merecida, que en el último día me dará el Señor, justo juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que esperan con amor su venida. En mi primera defensa nadie me ayudó; todos me abandonaron. ¡Que Dios no se lo tenga en cuenta! Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas, de tal modo que la palabra ha sido anunciada cumplidamente por mí y oída por los paganos. Y yo he sido librado de la boca del león. El Señor me librará de todo mal y me dará la salvación en su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 
 
Lectura del santo Evangelio según San Lucas.  (Lc 18,9-14) 
En aquel tiempo dijo Jesús esta parábola a unos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres fueron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano; yo ayuno dos veces por semana y pago los diezmos de todo lo que poseo. El publicano, por el contrario, se quedó a distancia y no se atrevía ni a levantar sus ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador. Os digo que éste volvió a su casa justificado, y el otro no. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado». 

lunes, 21 de octubre de 2013

Racimo Misionero: Domund 2013

Ayer celebramos con toda la Iglesia universal la jornada misionera por excelencia: el DOMUND. En la foto el patrono San Francisco Javier, las herramientas para apoyar a los misioneros y el grupo de catequesis que animó la jornada en las calles y en la Eucaristía. Genial su recogida de casi 200 euros. A eso hay que añadir lo de las misas. Que el Señor nos conceda vocaciones misioneras.y un brindis por esas pedazo de creyentes que son los misioneros. ¡Gracias por vuestro ejemplo!

domingo, 20 de octubre de 2013

Racimo misionero: DOMUND 2013

¿Sabéis sumar?... Vale, vale, no es cuestión de apabullar con tanta respuesta afirmativa. La pregunta viene a cuento porque la Jornada Misionera Mundial, nuestro popular DOMUND, que este año se celebra el próximo 20 de octubre, ha querido demostrar que la misión, que la vocación y la vida del misionero y misionera, no es cuestión de álgebras y trigonometrías complejas. Su esencia es capaz de condensarse, de expresarse en una simple suma: "Fe + Caridad = Misión".
Un lema. Una suma lanzada a los cuatro vientos. Eso es todo. Pero ¡Casi nada! Porque bajo la apariencia de una humilde suma se esconde una exigencia máxima. La que debería guiar los pasos de todo católico, pero, especialmente, cómo no, la que inspira la vida de todo misionero. Porque la Fe, así con mayúsculas, supone tener las puertas de nuestro corazón de continuo abiertas a un Dios, siempre Padre, que nos enseña y nos pide que amemos a nuestro prójimo como hermano nuestro, incluso a nuestros enemigos, llegando a poner la otra mejilla cuando somos agredidos; un Dios que nos enseña y nos pide que seamos justos y que reclamemos justicia para aquellos que son perseguidos y maltratados hasta la perdida de su dignidad, incluso hasta jugarnos la vida en el empeño; un Dios que nos enseña y que nos pide que seamos defensores de una libertad, ejercida con responsabilidad, incluso aunque ello suponga renunciar a la vida fácil y al placer inmediato y sin esfuerzo...
Y a esta Fe, que llena de esperanza el futuro de una humanidad constructora del Reino de Dios, se le une, se le suma, una Caridad, también con mayúsculas, que supone optar con preferencia por los más pobres, por los más débiles, por los que menos voz tienen, por los últimos de los últimos, no para obrar con la justicia que supondría ofrecerles aquello que nos sobra de nuestros bolsillos, sino para, en el mayor ejercicio de desprendimiento, compartir con ello incluso de aquello que nos es necesario.
El resultado de aquella Fe, que se suma a esta Caridad, es la Misión, también con mayúsculas, en la que se hayan volcados, con una voluntad de servicio ejemplar, nuestros misioneros y misioneras. Ellos, con su testimonio, representan mejor que nadie la existencia, la razón de ser, de una Iglesia que, como ha reclamado el papa Francisco, sale "fuera de sí misma, hacia todas las periferias, existenciales y materiales, en el mundo de hoy", para anunciar la Buena Nueva que el DOMUND de este año recoge en una humilde suma.
No lo olvidemos: "Fe + Caridad = Misión". Mejor aún, hagamos realidad en nuestro vivir esta operación, saquémosla del encerado oscuro y teórico de una pizarra y toquémosla en las rostros, las manos y los pies de un Jesús que vive entre los pobres, los humildes, los necesitados, los perseguidos, los bienaventurados...
 (Editorial de la revista misionera para jóvenes "SUPERGESTO". Octubre 2013)

sábado, 19 de octubre de 2013

RACIMO DE LA PALABRA: Domingo 29 del TO - C -

Lectura del libro de Éxodo. (Ex 17, 8-13)
En aquellos días Amalec vino a Rafidín y atacó a los israelitas. Moisés dijo a Josué: «Escoge hombres y sal a luchar contra Amalec. Yo estaré en la cima de la colina teniendo en la mano el bastón de Dios». Josué hizo como le había ordenado Moisés, y luchó contra Amalec. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina. Cuando Moisés tenía sus brazos alzados vencía Israel, y cuando los bajaba vencía Amalec. Como se le cansaban los brazos a Moisés, tomaron una piedra y se la pusieron debajo. Él se sentó encima, y Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De este modo los brazos de Moisés se sostuvieron en alto hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su ejército a filo de espada.

SALMO RESPONSORIAL (Ps 121) 

Alzo mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá mi auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Él no permitirá que tropiece tu pie,
ni que se duerma tu guardián;
no, no duerme ni dormita
el guardián de Israel.

El Señor es tu guardián, el Señor es tu sombra,
él está a tu derecha.
El sol no te molestará de día,
ni la luna de noche.

El Señor te guardará de todo mal,
él guardará tu vida;
guardará tu partida y tu regreso,
desde ahora y por siempre.

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo.
Querido hermano: permanece fiel en lo que has aprendido y de lo que estás
convencido. Conoces bien a tus maestros. Desde la infancia conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo. Pues toda la Escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, dispuesto a hacer siempre el bien. Yo te conjuro ante Dios y ante Jesucristo, que ha de venir como rey a juzgar a los vivos y a los muertos: predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, corrige, exhorta con toda paciencia y con preparación doctrinal.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas.  (Lc 18,1-8)
En aquel tiempo Jesús les dijo esta parábola sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás: «Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Una viuda, también de aquella ciudad, iba a decirle: Hazme justicia contra
mi enemigo. Durante algún tiempo no quiso; pero luego pensó: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, le voy a hacer justicia para que esta viuda me deje en paz y no me moleste más». Y el Señor dijo: «Considerad lo que dice el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Les va a hacer esperar? Yo os digo que les hará justicia prontamente. Pero el hijo del hombre, cuando venga, ¿encontrará fe en la tierra?».


miércoles, 2 de octubre de 2013

Racimo de la Palabra de Dios: domingo 27 TO -C-

Lectura del Profeta Habacuc. 
¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que tú escuches? Yo te grito: «¡Violencia!», y tú no salvas. ¿Por qué me haces ver tantas injusticias y tú aceptas el espectáculo de la opresión? Ante mí no hay más que robos y violencia, por todas partes hay querellas y discordias. Y el Señor me respondió: «Escribe la visión, grábala en tablillas, para que pueda leerse con facilidad; pues es aún una visión para una fecha fija, llegará a su término y no fallará; si tarda, espérala, pues llegará en el momento preciso». El que no es justo sucumbirá, pero el justo por su fidelidad vivirá. 

SALMO RESPONSORIAL (Ps 95) 
Venid, cantemos jubilosos al Señor, 
aclamemos a la roca que nos salva; 
vayamos ante él a darle gracias 
y a cantar himnos en su honor. 
Venid a adorarlo, hinquemos las rodillas 
delante del Señor, nuestro creador. 
Porque él es nuestro Dios y nosotros su pueblo, 
las ovejas que él guarda. 
«No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, 
como el día de Masá en el desierto, 
cuando vuestros padres me desafiaron 
y me pusieron a prueba 
aunque habían visto mis obras». 

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo
Querido hermano: Te recomiendo que reavives la gracia de Dios, que te fue conferida por la imposición de mis manos. Pues el Señor no nos ha dado espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de prudencia. Así pues, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el evangelio, con la ayuda del poder de Dios, Conserva como modelo de sana doctrina lo que oíste de mí, con la fe y el amor de Cristo Jesús. Guarda este preciado depósito con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros. 

Lectura del santo Evangelio según San Lucas.  (Lc 17, 5-10) 
En aquel tiempo los apóstoles dijeron al Señor: «Acrecienta nuestra fe». Y el Señor dijo: «Si tuvierais una fe tan grande como un grano de mostaza y dijerais a este sicómoro: Arráncate y trasplántate al mar, él os obedecería». «¿Quién de vosotros, que tenga un criado arando o pastoreando, le dice cuando llega del campo: Pronto, ven y siéntate a la mesa? Más bien le dirá: Prepárame de cenar, y ponte a servirme hasta que yo coma y beba. Después comerás y beberás tú. ¿Tendría que estar agradecido al criado porque hizo lo que se le había ordenado? Así también vosotros, cuando hayáis hecho lo que se os haya ordenado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer».