Bienvenid@s

Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

sábado, 19 de octubre de 2013

RACIMO DE LA PALABRA: Domingo 29 del TO - C -

Lectura del libro de Éxodo. (Ex 17, 8-13)
En aquellos días Amalec vino a Rafidín y atacó a los israelitas. Moisés dijo a Josué: «Escoge hombres y sal a luchar contra Amalec. Yo estaré en la cima de la colina teniendo en la mano el bastón de Dios». Josué hizo como le había ordenado Moisés, y luchó contra Amalec. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cima de la colina. Cuando Moisés tenía sus brazos alzados vencía Israel, y cuando los bajaba vencía Amalec. Como se le cansaban los brazos a Moisés, tomaron una piedra y se la pusieron debajo. Él se sentó encima, y Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De este modo los brazos de Moisés se sostuvieron en alto hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su ejército a filo de espada.

SALMO RESPONSORIAL (Ps 121) 

Alzo mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá mi auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Él no permitirá que tropiece tu pie,
ni que se duerma tu guardián;
no, no duerme ni dormita
el guardián de Israel.

El Señor es tu guardián, el Señor es tu sombra,
él está a tu derecha.
El sol no te molestará de día,
ni la luna de noche.

El Señor te guardará de todo mal,
él guardará tu vida;
guardará tu partida y tu regreso,
desde ahora y por siempre.

Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo.
Querido hermano: permanece fiel en lo que has aprendido y de lo que estás
convencido. Conoces bien a tus maestros. Desde la infancia conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por la fe en Jesucristo. Pues toda la Escritura divinamente inspirada es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, dispuesto a hacer siempre el bien. Yo te conjuro ante Dios y ante Jesucristo, que ha de venir como rey a juzgar a los vivos y a los muertos: predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, corrige, exhorta con toda paciencia y con preparación doctrinal.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas.  (Lc 18,1-8)
En aquel tiempo Jesús les dijo esta parábola sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás: «Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Una viuda, también de aquella ciudad, iba a decirle: Hazme justicia contra
mi enemigo. Durante algún tiempo no quiso; pero luego pensó: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, le voy a hacer justicia para que esta viuda me deje en paz y no me moleste más». Y el Señor dijo: «Considerad lo que dice el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Les va a hacer esperar? Yo os digo que les hará justicia prontamente. Pero el hijo del hombre, cuando venga, ¿encontrará fe en la tierra?».


No hay comentarios:

Publicar un comentario