Bienvenid@s

Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

jueves, 29 de marzo de 2012

EVANGELIO DOMINGO DE RAMOS

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 11, 1-10

Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles:
-- Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: "El Señor lo necesita y lo devolverá pronto."
Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron:
-- ¿Por qué tenéis que desatar el borrico?
Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban:
- Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!

miércoles, 21 de marzo de 2012

Evangelio 5º domingo Cuaresma

JUAN 12, 20 33


En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés, y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí estará también mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre». Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo». La gente que había estado allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia Mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

viernes, 9 de marzo de 2012

racimo misionero jubilar

Ya estamos en marcha para este sábado participar en la peregrinación misionera diocesana, un racimo de gente que se une para dar gracias a Dios por el 50 aniversario de las Misiones Diocesanas: los comienzos en Burundi y luego en Benin y Ecuador. Participaremos en la Javierada oficial de Navarra, y hacemos el viacrucis desde Sangüesa. Vamos en el mismo gente de Cenicero, Navarrtee y Fuenmayor. Esperemos que a la sombra de San Francisco Javier, patrono de las Misiones, nuestro espíritu se vea realimentado en el espíritu misionero que el tuvo. Rezaremos porque en nuestras comunidades parroquiales surjan esos jóvenes misioneros que tanto necesitamos.
También se ha publicado un libro resumen de estos años misioneros con los testimonios de los que han pasado por esos lugares. Muy interesante y estimulante. Se pude conseguir en la parroquia o en la delegación de misiones por el precio de 15 euros. Esta es la portada.

3º domingo de cuaresma B

JUAN 2, 13 25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora». Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

lunes, 5 de marzo de 2012

Un poco más racimos

Visita inesperada pero muy agradable. D. Juan José Omella, nuestro obispo nos visitó "para compartir la fe" en una Eucaristía normal del domingo. Justamente al dia siguiente de los patronos de la diócesis San Emeterio y San Celedonio, calagurritanos, pues una visita que además nos hace sentir ese racimo tan importante que es la iglesia diocesana. Presidió la Eucaristía y nos animó a que viviéramos ese mensaje de la palabra de Dios de este domingo, la transfiguración de Jesús en el monte Tabor: escuchar a Dios como Abraham y obedecerle, descubrir, como Pablo, el inmenso amor que Dios nos tiene y nos lo manifiesta en su Hijo Jesucristo y la fe en Jesús que tuvieron los apóstoles apesar de las dificultades en los momentos duros. Todo ello debe ser vivido y cultivado también de una especial en la familia.
Gracias D. Juan José por su presencia en nuestra comunidad. Ha sido un rato corto pero majo. Además ha aprovechado para firmar como es preceptivo los libros parroquiales. Y antes de despedirse nos tomamos un vino y un pincho como también mandan los cánones de la fiesta del domingo por estos lares.