sábado, 20 de febrero de 2010
cuaresma
Plan de adelgazamiento de la obesidad interior.
Nuestra sociedad se preocupa por la esbeltez, finura y elegancia de nuestra figura. Algo realmente muy bueno y que contribuye a nuestra salud y bienestar. Por ello debemos cuidarnos. Pero también debemos procurar que esto no se convierta en obsesión o que nos lleve a olvidar que no solo de cuerpo y figura se compone nuestro bienestar y el de los nuestros. En esta Cuaresma te proponemos una dieta de 40 días que nos permita recuperar el equilibrio físico y espiritual en una unión que redunde en bienestar personal, familiar y social.
Liberar toxinas y grasas de nuestro espíritu para gozar de una vida nueva en Pascua, redescubriendo nuestra condición de bautizados y viviendo y celebrando nuestra fe gozosos en comunidad.
Os animamos a hacer vuestro programa cuaresmal a nivel personal y familiar o de grupo y revisarlo semanalmente. En el ambiente no vamos a encontrar grandes ayudas para vivirlo, sino más invitaciones a la dispersión y la evasión.
Por ello, cada día más, vivir la fe es cuestión de opción personal y necesitaremos, para no dejarnos arrastrar, del apoyo y aliento de la comunidad cristiana.
Primera semana de Cuaresma:
1. Un día SIN consumismo, para tener un día CON consumo responsable. Prívate de algo, para educar tu voluntad y tu libertad. Puedo, pero libremente decido no hacerlo. Un camino puede ser la abstinencia de carne. Es un signo, nada más, pero también nada menos. Puedo comer carne, pero libremente no lo hago como expresión de una libertad responsable y comunión con la Iglesia. Pero también de algo material para compartirlo con los más pobres el día de Jueves Santo.
Segunda semana de Cuaresma:
2. Un día SIN televisión, para tener un día CON diálogo familiar. La televisión es buena, pero no todo lo que nos ofrece favorece la armonía y los valores humanos.
Por ello vamos a apagar la tele un día y hablar en familia.
O, si vives solo, dedicar ese tiempo a la oración y lectura de la Palabra de Dios o de un libro de espiritualidad.
Tercera semana de Cuaresma:
3. Un día SIN prisas, para tener un día CON las cosas importantes atendidas. Las horas tuvieron siempre 60 minutos y estos 60 segundos. Antes nos llegaba el tiempo para todo. Ahora parece que los relojes van más de prisa. Pues un día toma las riendas de tu tiempo.
Párate y señala lo que es realmente importante, aunque no coincide con lo urgente, y vívelo, disfrútalo…
Cuarta semana de Cuaresma:
4. Un día SIN yo, para tener un día CON los demás. El individualismo reinante nos va llevando a convertirnos en centro de todo. Yo pienso, yo quiero, a mi me apetece… Escucha al otro, ponte en su lugar, valora lo que dice, sin querer rebatirle, trata de descubrir sus virtudes…. Sé amable, delicado, pide perdón, ayuda a alguien necesitado...
Quinta semana de Cuaresma:
5. Un día SIN ocio, para tener un día CON la tarea de que otros lo pasen bien. Piensa en hacer disfrutar a los demás, en hacerles felices. Visita a un enfermo, acompaña a un anciano, a un amigo que lo esté pasando mal… Jugar, pasear juntos, escuchar música juntos, …
Cuando vemos tantas problemáticas sociales en nuestro mundo, tendemos a pensar que poco podemos hacer para cambiar las cosas, y no hacemos nada porque pensamos en grandes acciones, olvidando las pequeñas, las insignificantes…
Sólo si cambiamos nosotros… podremos cambiar algo de nuestro entorno. Por ello levántate, ponte en camino, asume estos pequeños retos y cada domingo vuelve a la comunidad parroquial para celebrar con tus hermanos la Eucaristía, alimentar tu fe y recuperar ánimo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
PRECIOSO EL VÍDEO, "CALA HONDO" PORQUE DA EN EL CLAVO
ResponderEliminar