Quiero compartir con vosotros estas reflexiones sacadas de unos escritos de FIDEL AIZPURUA, para el adviento. En medio los negrismos siempre hay un racimo de optimismo y un conjunto de notas que nos hacen ver y hacer las cosas de otras maneras. Aquí esta un ejemplo. Así se entiende también lo que decimos que el adviento es una actitud ante la vida, ..¡Tan necesaria!. ESPERANZA
Cantando en la noche. Hoy nos cercan muchas noches (quizá menos que en otras épocas). ¿Es posible cantar en ellas?
El canto en la dura noche del sufrimiento: Canto hecho de increíble aguante, de paciencia honda, de sonrisa incluso. Canto hecho de rebeldía, de lucha, de batalla tenaz. Canto hecho también de acompañamiento, de amparo, de abrazo cálido y desinteresado, de ternura derramada. Ese canto hace “temblar” al poder del sufrimiento porque anuncia su fin.
El canto en la noche de quienes son despojados de su dignidad: Canto que se sobrepondrá al enorme silencio con que el poder quiere borrar las huellas de quien fue despojado de su dignidad. Canto que logrará que los nombres de los mancillados salgan a la superficie. Canto que anuncia un tiempo de justicia y de reconciliación, de dignidad y de perdón.
El canto en la noche de quienes nadie consuela: De los niños sin amparo, de los débiles cuyo llanto solamente lo escuchan ellos, de las lágrimas despreciadas. Canto de justicia que no se logrará que se extinga. Canto que siempre encontrará quien lo consuele, aunque sean una minoría.
El canto en la noche de quienes sufren persecución: Teólogos/as, homosexuales y otros estigmatizados por su orientación sexual, mujeres bajo leyes injustas, disidentes políticos, luchadores por los derechos humanos, gente solidaria en la tremenda trinchera de la violencia. Canto amasado también en la justicia viva. Canto que no se extinguirá mientras haya un opresor sobre la faz de la tierra. Canto que encuentra eco y altavoz en el corazón de no pocas personas. Canto con futuro.
El canto en la noche de los amores rotos: Rotos en múltiples direcciones: desamores, heridas afectivas, amores que se acaban y mueren, desencuentros definitivos, imposibilidad para entregar el corazón. Canto de quien recomienza el camino del amor tras la derrota. Canto de quien guarda lo que queda del amor herido y recompone la velas desgarradas de la nave. Canto de quien logra que el amor fracasado no arruine su vida. Canto de quien cree que su sed de amor es más grande que su fracaso en la relación.El canto en la noche de las comunidades cristianas: Cuando se ve a las claras que el Evangelio ha sido secuestrado por el sistema eclesiástico. Cuando se percibe que los intereses se adueñan de la gestión comunitaria. Cuando la exclusión y la excomunión se mantienen activas. Cuando se ve que el Derecho Canónico tiene mucha más fuerza que el Evangelio. Canto humilde de las comunidades que siguen creyendo que un cambio, por difícil que sea, resulta posible. Canto vibrante de tantos profetas y profetisas no escuchados, menospreciados, censurados, pero no acallados. Canto “mudo” de quien es obligado a asistir al espectáculo de una Iglesia mediática, pero no lograrán que aplauda.
El canto en la noche de las comunidades cristianas empobrecidas: Las parroquias que aún buscan cercanía con el pueblo; las comunidades de base que no hacen parte del sistema eclesiástico; la vida religiosa “de siempre”, tan débil, y por ello no considerada por los jerarcas que amparan movimientos de más envergadura. Canto hecho de fidelidad, de silencio, de humildad forzada (como suele ser la humildad de los pobres). Canto hecho de amor a un Jesús distinto para una época distinta. Canto de vida al margen, pero canto, al fin y al cabo.
(continuara)
AUNQUE NO TENGO NI VOZ NI OÍDO ME APUNTO A CANTAR........."QUIERO CANTAR EN LA NOCHE AUNQUE SEA SIN MI VOZ"
ResponderEliminar"En la lucha y el esfuerzo por mi vida mejorar,
te estoy cantando Señor, aunque sea sin mi voz"
SON DOS VERSOS DE UN POEMA QUE ESCRIBÍ HACE YA UN TIEMPO Y QUE ME LO HA RECORDADO AL LEER ESTA ENTRADA, CUALQUIER DÍA LO PUBLICO ENTERO EN MI BLOG