Ahora miramos hacia adelante. Es que Dios no se cansa de regalarnos. Nos quiere dar otra vez 365 días, 365 talentos, 365 oportunidades de crecer, de crear, de ser felices en el amor.
Todavía tendré ocasión de querer a los que no me gustan.
Todavía pondré ilusión en realizar el trabajo de cada día. .Todavía experimentaré la gratuidad de Dios.
Todavía aprenderé a ser humilde recordando la familia de Nazaret.
Todavía podré reaccionar ante la injusticia, y hacer mío el dicho evangélico: «La Verdad os hará libres».
Todavía sembraré la paz en mi entorno, sabiendo que esta paz nace en mi corazón.Todavía, Señor, seguirás actuando en mi vida para conseguir que, si no puedo cambiar el mundo, será importante que el mundo no me cambie a mí.
Todavía, Señor, estarás en la marginación y el sufrimiento, para que yo pueda echarte una mano.
Todavía creo, Señor, que tú me quieres, a veces a pesar mío.
Todavía, Señor, los 365 días del próximo año me darás la oportunidad de practicar la Ley del Amor.
... y con un dibujo del genial Cortés
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