Hoy hemos comenzado la novena del santo Cristo de la ermita. De una manera especial pues ha sido en la parroquia para no movernos mucho a la gente después del funeral. Pero en la capilla y disfrutando de imágenes de la ermita tambien se ha rezado bien.
Nueve días, un racimo de gracias y oportunidades sobre todo para escuchar a Jesús. Para prestar oido a sus confidencias que son el resumen de su mensaje. En primera persona, como si alredor de la mesa de la Santa Cena, la Eucaristia, nos fuera desgranado el resumen de la vida y sus actitudes ante la realidad de entonces y la de hoy.
Al comienzo del curso, asi lo llamamos pero es un continuar, nos viene bien estos días de oración y encuentro. Algunos será la unica costumbre religiosa al año, para otros la intensidad en la petición al Santo Cristo por las necesidades más urgenes familiares, de salud de trabajo, etc. Para todos es una buena ocasión de ir a las raices de la fe, nuestra adhesión y seguimiento a Jesús, muerto y resucitado.
Un racimo de días, que como nuestras viñas ya apunto, den ese fruto nuevo racimos nuevos. Teniendo las mismas raices son capaces de asimilar todo lo que les rodea para pue guiados por la sabia del Espiritu fructificar en racimos de fraternidad y de transformación de nuestro pueblo.
"Es la cruz aureola divina
que circunda la faz de Jesús,
corazónes cristianos rendíos
prisioneros en lazo de amor."
No hay comentarios:
Publicar un comentario