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Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

martes, 18 de octubre de 2011

Racimos universales y misioneros

Esta terminando su descanso entre nosotros nuestra misionera Ana Maria Peso, misionera dominica del Rosario, y queremos compartir con ella su realidad y la tarea que desempeñan sus hermanas y ella en Bolivia. Para eso le hemos hecho una entrevista que colgamos a continuación: y tambien INVITAR A TODO EL QUE QUIERA VENIR A UNA CHARLA COLOQUIO CON ELLA: Jueves a las 8, en los salones parroquiales.

Ana Mary Peso, nació en Fuenmayor, lleva más de cincuenta años como religiosa en la congregación de las Misioneras Dominicas del Rosario. Desde hace 36 años está en Bolivia como misionera, habiendo desarrollado su labor en la selva y actualmente en la capital, La Paz, y en El Alto.

P: ¿Cómo fue el ir a parar tan lejos del pueblo, nada menos que en Bolivia?

R: Pedí voluntariamente ir a Bolivia porque allí creía que podía ser útil y el idioma era el mismo que en España lo cual facilitaba mi labor.

P: ¿Qué es lo que más llamó tu atención al llegar a Bolivia?
R: La pobreza extrema. Más que pobreza es miseria. Ver como en una sola habitación vive una familia de seis miembros. Allí cocinan, comen, duermen, etc. El tipo de vida que llevan allí no se puede comparar con la vida de aquí. Apenas hay trabajo. Se mantienen a base de maíz, pasta y arroz cocido.

P: ¿Qué labor desarrollas?
R: Trabajo con niños pequeños (4 a 6 años) en educación infantil. Tenemos un centro, que llamamos kinder en La Paz.

P: ¿Y lo del Alto?
R: El Alto es una ciudad próxima a La Paz, donde viven los más pobres y los que más nos necesitan. Esta ciudad está a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar (La Paz está a 3.600 metros) y a unos cinco kilómetros de La Paz.
P: ¿Y en El Alto que labor lleváis a cabo?
R: Tenemos un centro para niños discapacitados, que además de ser tremendamente pobres sufren una importante discapacidad que les hace estar más marginados si cabe, siendo rechazados hasta por sus propias familias.

P: ¿Qué hacéis con estos niños?
R: Tienen profesores que, según cada caso, les enseñan a valerse por sí mismos; por ejemplo hay un taller de panadería en el que aprenden el oficio aquellos cuya deficiencia se lo permite. El pan que hacen se les da en el comedor.

P: ¿Qué comedor?
R: Los niños comen diariamente en nuestro centro.

P: ¿Es un internado o lo que llamaríamos aquí un “centro de día”?
R: Viene a ser un centro de día. Acuden por la mañana desde las ocho y están hasta las tres de la tarde.


P: ¿Realizáis alguna otra labor en El Alto?
R: Si, tenemos también una posta, un centro materno-infantil que sería como un dispensario o pequeño hospital donde se atiende a todo tipo de personas, con especial dedicación a mujeres embarazadas, partos y toda clase de urgencias. También consultas médicas: dentista, oftalmólogo, radiología, etc… Además participamos más directamente en la Evangelización animando en las parroquias, haciendo grupos de biblia, y lo que buenamente podemos.

P: ¿Cuántas religiosas estáis para hacer toda esta inapreciable labor?
R: Somos ocho Hermanas que vamos de un sitio a otro, según las necesidades de cada momento.

P: ¿Vosotras solas podéis con todo?
R: También trabajan médicos, profesores, enfermeras, voluntarios,…. que nos ayudan mucho, por ejemplo algunas madres se encargan de preparar y servir la comida.

P: ¿Como se financian todos estos centros?
R: Recibimos ayuda de diferentes procedencias: algo desde Alemania, otro poco de nuestra congregación, y ayudas de personas caritativas que saben de las necesidades porque conocen de primera mano los centros.

P: ¿Podemos hacer algo desde Fuenmayor? ¿Cómo podemos ayudarte desde tu pueblo en esa magnífica labor?
R: Las necesidades son muchas. Dar de comer diariamente a unos 70 niños, aunque las comidas son muy sencillas, supone un gran esfuerzo económico. Hay otras muchas necesidades: asistencia médica, formación, higiene,…. Y si alguien se anima a ser voluntario o voluntaria algún tiempo fenomenal. Se lo dice a la Parroquia y desde aquí se puede ver la manera de hacerlo. Un mes o dos es muy bueno de conocer esas realidades. Siempre es mejor la ayuda personal que la material. Toda necesaria.
P: ¿Hasta cuando estás con nosotros?
R: Me quedan apenas una semana y volveré a seguir con la misma tarea. Queda tanto por hacer allá…

1 comentario:

  1. Muy interesante y sacrificada la vida de esta religiosa, hay que tener una gran vocación y amor por los demás para realizar un trabajo de esta envergadura y durante tantos años....¡¡admirable!! y un gran ejemplo a seguir.Saludos

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