Urgando en el rico patrimonio y mirando el cuadro entrañable de la Huida a Egipto, he descubierto un magnifico racimo de dátiles que el angelito quiere hacer llegar a María y el Niño Jesús. Este obviamente prefiere otro alimento. (Ver el cuadro entero).
Pero quiero pensar un poco al comienzo de este año en esta escena tal como esta nuestro mundo con los miles de problemas por resolver, y ser como los ángeles que ofrecen ese racimo de ayuda y solidaridad a una familia que tiene que emigrar.
Un racimo, al comienzo del año, lleno de deseos y buenas intenciones, pero que habrá que trabajarnos día a día. Hacer racimo y ofrecerlos. El socorro a los demás no se puede hacer por libre sino en racimo. ¡Mucho mejor!.
Hoy, el primer día del año, también acudimos a ella, María, la Madre de Dios. La experta en darse y socorrer para que empezando por la paz y por todas esas cosas que hemos brindado nos ayude a conseguirlas. ¡Feliz año para todos!
La próxima vez que mire el cuadro me fijaré en el racimo de dátiles.Gracias por ese racino lleno de buenos deseos e intenciones.
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