Lectura del libro del profeta Malaquías 4,1-2a
Mirad que llega el día,
ardiente como un horno:
malvados y perversos serán la paja,
y los quemaré el día que ha de venir
-dice el Señor de los ejércitos-,
y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que honran mi nombre
los iluminará un sol de justicia,
que lleva la salud en las alas.
Mirad que llega el día,
ardiente como un horno:
malvados y perversos serán la paja,
y los quemaré el día que ha de venir
-dice el Señor de los ejércitos-,
y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que honran mi nombre
los iluminará un sol de justicia,
que lleva la salud en las alas.
Sal 97, 5-6. 7-9a. 9bc
R. El Señor llega para regir la tierra con rectitud. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan,
aplaudan los ríos, aclamen los montes,
al Señor que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia,
y los pueblos con rectitud.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3,7-12
Hermanos:
Ya sabéis cómo tenéis que imitar mi ejemplo: no viví entre vosotros sin trabajar, nadie me dio de balde el pan que comí, sino que trabajé y me cansé día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviera derecho para hacerlo, pero quise daros un ejemplo que imitar.
Cuando viví con vosotros os lo dije: el que no trabaja, que no coma.
Porque me he enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a ésos les digo y les recomiendo, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Hermanos:
Ya sabéis cómo tenéis que imitar mi ejemplo: no viví entre vosotros sin trabajar, nadie me dio de balde el pan que comí, sino que trabajé y me cansé día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviera derecho para hacerlo, pero quise daros un ejemplo que imitar.
Cuando viví con vosotros os lo dije: el que no trabaja, que no coma.
Porque me he enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a ésos les digo y les recomiendo, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 21,5-19
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
- Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron: - Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
Él contestó: - Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: «Yo soy» o bien «el momento está cerca»; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida.
Luego les dijo: - Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo:
- Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.
Ellos le preguntaron: - Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?
Él contestó: - Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: «Yo soy» o bien «el momento está cerca»; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá enseguida.
Luego les dijo: - Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
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