Bienvenid@s

Estoy convencido de que la unión hace la fuerza, como los granos de una uva dan la mejor cosecha de vino. Por eso brindo este espacio para que podamos echar en el mismo lagar todos nuestro mejores granos y asi ir construyendo una parroquia y pueblo mejor.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Racimo parroquial: Decalogo

Os presento el documento de estudio del encuentro que tuvimos el sábado, 23 de noviembre. Fue muy interesante. Y creo que expresa muy bien el sentido de racimo que queremos darle para que nuestra parroquia avance y lo hagamos con la ayuda de todos. Desde aquí también nuestro agradecimiento al P. Gerardo Solas que nos acompañó.

"Conscientes de que no existe la parroquia ideal sino la parroquia que tiende permanentemente hacia un ideal, he aquí un posible DECÁLOGO del ideal de parroquia en la actualidad:
1. Una verdadera comunidad de fe, esperanza y amor; una comunidad viva de hermanos y hermanas creyentes en Jesús que se reúnen para escuchar juntos la Palabra de Dios, dejarse interpelar por ella, ayudarse a comprender sus exigencias y comprometerse mutuamente a ser testigos fieles de esa misma Palabra en medio del mundo de hoy. Es preciso promocionar la Palabra de modos 'tocables' en nuestras parroquias (grupos bíblicos, Evangelio del día, día de la palabra ... )
2. Una comunidad de comunidades que fomente y fortalezca los pequeños grupos o comunidades cristianas, de talla humana, que se esfuerzan por vivir un auténtico estilo evangélico de vida. No es imprescindible que todos los grupos se reúnan siempre y en el mismo momento. La conexión de comunidades quizá sea más productiva en la convivencia que en la oración
3. Una comunidad que potencie al máximo el crecimiento de la fe de los cristianos presentes en ella en todas las etapas de la vida de la persona: (infantil, juvenil adulta, ancianidad ... ), pero fundamentalmente la catequesis de adultos. Entendida ésta como una profundización y una vivencia (comunitaria, comprometida y comunicativa) de la fe en Jesús de Nazaret. Lanzarse a los grupos humildes y en lo oscuro. Trabajar pequeños procesos.
4. Una comunidad que promueva decididamente los movimientos apostólicos especializados más adecuados a la realidad sociocultural en la que está inmersa. En la Iglesia hay un gran pluralismo; también, respetando la religiosidad popular. Pero se trataría no de ir en la corriente, de subirse al carro de 'lo que pide la gente' (¿qué gente? ¿con qué orientación?.)
5. Una comunidad que, en una sociedad cada vez más cambiante y móvil, secularizada y pluralista, se mantenga abierta al diálogo con el mundo, asumiendo de buen grado sus valores, criticando con serenidad y firmeza sus contravalores. Que no todas las actividades sean religiosas, que haya algo de cultural, en diálogo con la sociedad.
6. Una comunidad que lleva a término una pastoral realista, clara e incisiva, teniendo siempre muy en cuenta la realidad circundante, la personalización de la fe de los creyentes y la transformación de los ambientes. Que no tiene miedo a asumir criterios de los mismos sínodos o planes diocesanos que, una vez aprobadas, son arrinconadas, inefectivas.
7. Una comunidad que se abra al pueblo al cual sirve y se enraíce y encarne en el mismo, conociendo, valorando y promoviendo su idiosincrasia, cultura y tradiciones nobles. Parroquias con tinte local y horizonte universal, que valoran lo propio y miran un poco más lejos (colaboración en pequeños proyectos del tercer mundo)
8. Una comunidad que asuma con cariño su identidad y sus valores; que adopte una actitud crítica de sus lacras y defectos y que promueva en todo momento su conciencia de pueblo creyente en un Dios Vivo y Verdadero. Por eso mismo, el tema 'evaluación' ha de tener cabida en la vida parroquial. No dejar las cosas en el inconcreto mundo de lo no evaluable.
9. Una comunidad que sea signo de esperanza y alega en un tiempo como el nuestro en el que el desencanto, el desánimo, la monotonía, el aburrimiento y la rutina ahogan tantas cosas. Eliminando las tendencias negativizadoras, capaz de alguna respuesta a la gente más maltratada por la crisis, teniendo en cuenta esto todos los días.
10. Una comunidad que sepa celebrar en los sacramentos y, de una forma especial, en la Eucaristía, el gozo de su fe en Jesús, el Resucitado. Y que, por lo tanto, se apoya no tanto en el mero y frío rito, sino en las vivencias, en las pequeñas experiencias de gozo cuando se celebra. Un modo de celebrar que produzca cansancio, hastío, aburrimiento, rutina, habría de ser reconsiderado.

Texto complementario:
1.Decir comunidad es compartir juntos el camino de cada día
2. Decir comunidad es unir las manos para que la marcha sea más bonita.
3. Decir comunidad es darse un abrazo gratis porque celebramos el mejor regalo que es la vida.
4. Decir comunidad es vivir sin miedo a la amistad y al amor
5. Decir comunidad es caminar con las mismas esperanzas aunque seamos diferentes
6. Decir comunidad es pensar en el otro y en lo mejor para el otro y, pensar juntos en lo mejor de nosotros para todos los otros.
7. Decir comunidad es reír y soñar con todo lo bueno que llevamos dentro
8. Decir comunidad es darse fuerzas entre todos y ayudarse hasta el infinito y más.
9. Decir comunidad es animarse con la palmada al hombro y corregirse sin miedo


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